martes, 27 de noviembre de 2012

Relevos

LA TECNICA

La carrera de relevos es una prueba atlética por equipos cuyo resultado está en
función del rendimiento que los componentes sean capaces de transmitir al objeto
cronometrado, que es el testigo. Por tanto, no se trata única y exclusivamente de agrupar
a cuatro grandes velocistas, sino de conjuntar a cuatro atletas muy veloces capaces de
unir a sus cualidades, la facilidad de transferencia del testigo sin que éste sufra
desaceleraciones.

Es evidente que cuanto mayor es la rapidez en la ejecución de un movimiento, el
grado de dificultad técnica es más elevado y la perfección tiene que lograrse para no
imprimir al testigo acciones negativas en detrimento de la global. Por lo tanto, las
técnicas que vamos a reseñar a continuación serán adoptadas en aquellas acciones en las
que se requiera una gran velocidad y se necesite una disposición óptima en el momento
de la transferencia.

Vemos, pues, que el verdadero sujeto es el testigo, y el objetivo que se persigue
es imprimir la máxima velocidad a éste; que es la suma de la velocidad de los cuatro
portadores más la que consigan imprimir en las entregas.

Las técnicas más utilizadas en la actualidad para efectuar los cambios de testigo
se pueden circunscribir a dos:

A.- De arriba-abajo.

B.- De abajo-arriba.

Naturalmente estas técnicas no son perfectas pero si son las que proporcionan
una acción de transferencia más efectiva.

A.- De arriba-abajo 

El corredor que va a recibir, se colocará en la dirección de carrera con la palma
de la mano vuelta hacia arriba, los dedos unidos y dirigidos hacia el exterior a excepción
del pulgar, de tal manera, que el portador mediante un movimiento de extensión del
brazo, siguiendo la acción de carrera, deposita con un golpe de muñeca el testigo sobre
la mano de su compañero.


Esta fórmula nos puede proporcionar las ventajas siguientes:


-Permite una mayor separación entre los corredores.

-El testigo se coloca de tal manera que está en condiciones para su entrega
posterior.

Aunque todo ello desemboque en movimientos menos naturales.





B.- De abajo-arriba 

Este sistema obliga al corredor a colocarse con el brazo extendido hacia atrás sin

rigidez, a la altura aproximada de las caderas, con la palma mirando en la dirección contraria
y los dedos unidos apuntando al suelo, con el pulgar separado formando de esta manera una V invertida.

La parte anterior del testigo es introducida en esta V mediante una acción rápida
y ascendente.

Esta fórmula, nos proporciona la ventaja de los movimientos más naturales; sin embargo, una

mayor proximidad entre los corredores y una toma no utilizable, sin la consiguiente colocación en la entrega posterior, hacen de ellos sus principales inconvenientes. Aunque se puede solucionar aproximando más la mano del portador a la del receptor. En todas estas técnicas, y no sólo para que el testigo no pierda velocidad, sino para que además se acelere en el momento de la transferencia, los atletas necesitan de una distancia óptima entre ellos, que suele oscilar entre 0,90 y 1,20 metros.

Dos son las carreras de relevos:
-4 x 100
-4 x 400
En 4 x 100 los relevistas y el testigo se disponen de la siguiente forma:
El primer relevista que corre en curva, colocará los tacos de salida tal y como se
describe en el tema de salidas.
Al tener que sujetar el testigo, la posición de las manos y más concretamente la
mano derecha, varía de tal manera que ésta podrá apoyarse de dos formas: La primera
rodeando el testigo con el dedo índice y apoyando el resto y la segunda apoyándose con
índice y pulgar y sujetándolo con los otros tres dedos.

Este relevista llevará el testigo, tal y como hemos indicado, con la mano derecha,
para entregar al segundo sobre la izquierda.

El resto de los corredores, es decir, segundo, tercero y cuarto relevista, adoptarán
una posición capaz de romper el estatismo, tan pronto como el portador del testigo llegue a la referencia establecida.

Para ello se colocarán en la prezona mirando hacia atrás por la derecha o por la izquierda,
dependiendo de si se corre en curva o en recta, con el brazo correspondiente extendido atrás y el otro apoyado en el suelo. Las piernas estarán colocadas una más adelantada que otra;
permaneciendo, por tanto, apoyado en tres puntos.
Según todo lo anterior deducimos que el primero y tercer relevista llevan el testigo en la mano derecha y el segundo y cuarto lo transportarán en la izquierda.

Una vez que los corredores se encuentran a la distancia adecuada y el punto óptimo de
transferencia, dan una voz, previamente acordada, entregándose el testigo.

En los 4 x 400 tendremos en cuenta lo siguiente:

La transferencia del testigo en este caso no tiene tanta trascendencia como en la prueba
anterior; pero no cabe duda que se debe intentar que el testigo no pierda velocidad, puesto  
que ello redundará en el resultado final.

El primer relevista sale normalmente con el testigo en la mano izquierda y en el mismo lugar 
y disposición que un corredor de 400 metros lisos, sujetando el testigo tal y como se describe en 4 x 100.

El resto de los corredores esperan al portador del testigo en posición de pie con
el cuerpo girado a la derecha o a la izquierda indistintamente, de tal modo, que en el
primer caso se colocará pegado a la cuerda, y en el segundo separado de ella, dirigiendo la mirada al compañero que se aproxima.

La fatiga de cada relevista obliga al receptor a arrancarle materialmente el testigo de la mano haciéndolo con uno u otro brazo según en la disposición en que se encuentre al recibirlo.




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